Eclipse de Sol, 20 de marzo de 2015

El próximo 20 de marzo, a las 23:45 h exactamente (hora local), el invierno dejará paso a la primavera para aquellos que vivimos en el hemisferio norte y el verano dejará paso al otoño para los que viven en el hemisferio sur. Es el equinoccio de marzo, un momento astronómico concreto dictado por los no tan sencillos movimientos de la Tierra en relación con el Sol, y que nosotros identificamos cada año con un día y hora también concretos de nuestro calendario.

Foto de Patxi Martínez Goñi, ANA/NAE

Eclipse de Sol. Foto de Patxi Martínez Goñi, ANA/NAE

Este año el invierno (verano para el hemisferio sur) se despide a lo grande, ni más ni menos que con un eclipse solar. Será ese mismo 20 de marzo, pero por la mañana. Aquellos que por casualidad (¡seguramente no, claro!) se encuentren en una estrecha franja de mar, en los helados mares que rodean el sur de Groenlandia e Islandia y el norte de los países escandinavos, podrán disfrutar del gran espectáculo de un eclipse total. Para los que estaremos en algún sitio de Europa o del norte de África el eclipse será solo parcial, pero no por ello dejará de ser un fenómeno digno de ver.

Pero… ¿Qué es un eclipse de Sol?

En un eclipse de Sol la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra y la sombra de la Luna se proyecta sobre la superficie terrestre.

eclipse 1Casualmente el diámetro aparente de la Luna y el Sol es muy parecido, por lo que cuando la Luna pasa por delante del Sol lo tapa completamente o casi completamente. Dado que ni la órbita de la Tierra alrededor del Sol ni la órbita de la Luna alrededor de la Tierra son circulares, las distancias entre ellos varían ligeramente. Debido a esto la Luna puede o no tapar completamente el Sol cuando pasa por delante.

eclipse 2El eclipse de Sol siempre se produce en fase de Luna Nueva, pero no todas las lunas nuevas hay eclipse debido a que el plano de la órbita lunar está inclinado unos 5.1 grados respecto del plano que contiene la órbita de la Tierra (plano de la eclíptica)

eclipse 3La combinación de los ciclos orbitales de la Tierra y la Luna hace que las fechas de los eclipses vayan cambiando de año en año pero a largo plazo los eclipses vuelvan a repetirse aproximadamente en las mismas fechas. Este periodo de repetición de eclipses se llama Ciclo de Saros, equivale a 18 años y 11 días (223 lunaciones) y ya era conocido siglos antes de nuestra era.

 … continuará

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Aquellos maravillosos PARHELIOS.

Aquellos maravillosos PARHELIOS.

Hoy voy a hablaros de un fenómeno óptico-atmosférico que, a pesar de que suele ser muy vistoso y hermoso, es desconocido para la mayoría de las personas. Me refiero a los PARHELIOS, o «falsos soles».

Este fenómeno consiste en que, a veces (en determinadas circunstancias atmosféricas) se ve a ambos lados del Sol (o a un solo lado) un FALSO SOL.

El parhelio (o «falso sol»), cuando aparece, siempre está a una distancia de 22º del Sol, y en horizontal respecto a éste.
(Para que os hagáis una idea: una mano extendida con el brazo estirado ocupa una distancia de 20º en el cielo. Así que la distancia del parhelio al Sol es siempre un pelín más que una mano abierta).

La palabra «parhelio» viene del griego «parhelion» («para»= «junto a», y «helios»= «Sol»). Los parhelios se conocen desde la más remota Antigüedad (ya los describió Aristóteles). En inglés se les llama «sun dogs», porque es como si fueran los perros guardianes del Sol.

Este fenómeno no es muy frecuente (no se observa todos los días), pues sólo se produce en determinadas condiciones: cuando la luz del Sol atraviesa un deteminado tipo de nube (cirros o cirroestratos), formada por cristales hexagonales de hielo, los cuales deben estar en posición horizontal. (Si dichos cristales no están -sólamente- en posicion horizontal, entonces se da otro fenómeno: un enorme anillo alrededor del Sol, llamado halo solar. A veces los parhelios se ven formando parte de un halo solar.)

Bueno, el caso es que, los parhelios, aunque no sean muy frecuentes, sí son muy fáciles de observar. Suelen brillar en el cielo con gran intensidad siendo a veces muy llamativos y hermosos.

Creo que, dada su belleza -y en ocasiones espectacularidad-, no está justificado el desconocimiento que tiene este fenómeno para la mayoría de la población, y que su contemplación -igual que la de muchos otros fenómenos celestes- merece mucho la pena.

Así que, ya sabéis: si queréis ver parhelios, no tenéis mas que fijaros a ambos lados del Sol en esos días en que haya ese tipo de nube… y  ¡a ver si hay suerte!

A continuación os pongo algunas fotos de parhelios que he hecho en los últimos años (clickear para ver más grande):

 

Dos parhelios (uno a cada lado del Sol), desde la terraza de la Agrupación:

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Un brillante parhelio a la izquierda del Sol (foto sacada desde Barañáin):

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Parhelio a la derecha del Sol (foto sacada desde Echavacoiz Norte):

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Parhelio desde la Vuelta del Castillo. A la derecha de la foto el Sol, y a la izquierda el parhelio:

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Parhelio desde el parque de la Media Luna (Pamplona):

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Un parhelio (esta vez a la derecha del Sol), desde la Magdalena. Obsérvense las torres de la Catedral de Pamplona:

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Aquí se aprecian dos parhelios (uno a cada lado del Sol), desde la Rochapea:

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Brillantísimo parhelio, desde Mutilva: (Y también se aprecia un poco de halo: anillo alrededor del Sol)

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Espectacular parhelio desde Boltaña (Huesca):

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Otro desde Echavacoiz Norte:

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Otro -muy brillante- desde Mutilva:

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Otro desde Barañáin:

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En ocasiones los parhelios presentan colores como de arco iris, como éste (desde el polideportivo de la UPNA):

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Parhelio entre calles (Rotxapea):

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Brillante parhelio a la izquierda del Sol (desde la zona de Lezkairu):

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Otro desde Barañáin:

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Un parhelio sobre la Morea:

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Y otro más desde Barañáin:

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Esto ha sido sólo una pequeña muestra de los muchos parhelios que he visto (y fotografiado) en los últimos años. Y es que, realmente, si nos fijamos un poco y los buscamos, son bastante frecuentes de ver.

¡Os animo a observarlos!