Busca la superluna… si te atreves

El próximo 12 de enero, exactamente a las 11:34 TU (*) o si preferimos, a las 12:34 hora local en España, la Luna alcanzará oficialmente la fase de luna llena. Los almanaques y efemérides astronómicas pueden darnos este dato con gran precisión, al segundo si queremos.

Para el observador que suele utilizar los ojos para mirar al cielo, el momento exacto en que se produce la luna llena es menos importante. Seguramente tanto la noche anterior como la noche posterior la luna nos parecerá prácticamente igual de «llena».

Esta va a ser la primera de las 12 lunas llenas que veremos en 2017. Como ya explicamos en su momento (aqui) dependiendo de la posición de la Luna en su órbita, su tamaño aparente cambia ligeramente. Cuando el plenilunio coincide con el perigeo o cerca de él, la Luna está más cerca de la Tierra y parece mayor…. la superluna.

Vale, vale, todo esto está muy bien. Seguro que el día de la superluna todo el mundo mira al cielo y la ve enoooooormeeeee. ¡Pues menudo soy yo echando tamaños a ojo!

Os proponemos un juego ¿realmente somos capaces de identificar claramente la superluna? ¿tan fácil es?

El juego, … en este video

¿Fácil?

Un saludo

(*) TU: Tiempo Universal

¡Marte se acerca a la estrella Antares!

 

Si estos días has mirado al cielo a primeras horas de la noche, habrás visto, brillando a no mucha altura sobre el horizonte suroeste, un llamativo trío formado por los planetas Marte y Saturno y la estrella Antares.

Estos tres astros han estado formando en estas noches de agosto un triángulo muy brillante en el cielo.

Como muestra, esta fotografía que hice este jueves (18-08-2016) desde Pamplona:

En ella vemos el triángulo Marte-Saturno-Antares. Y, además, en la imagen de abajo he marcado la constelación del Escorpión.

P1100591

El triángulo formado por Marte, Saturno y Antares.

P1100591D

La constelación del Escorpión.

De los tres astros que forman el triángulo, Marte es el más brillante. Y tiene un color rojo muy evidente (motivo por el cual se le conoce como «el planeta rojo»).
Saturno y Antares tienen brillos similares. Pero Saturno tiene una tonalidad amarillenta, mientras que Antares, la estrella más brillante de la constelación del Escorpión, es una estrella supergigante roja y la vemos con un evidente color rojizo.

Pero -¡ojo!-, este triángulo Marte-Saturno-Antares no va estar así siempre.

Como sabes, los planetas tienen movimientos propios; es decir, se mueven en el cielo respecto al fondo de estrellas. Por lo tanto, la posición relativa de Saturno y de Marte respecto a las estrellas está continuamente cambiando.

El movimiento aparente de Saturno es muy lento, pero el de Marte es bastante rápido. Tanto es así, que su desplazamiento va a ser perceptible a simple vista en pocos días.

… y, como consecuencia, el triángulo Marte-Saturno-Antares, que ahora vemos, va a ir cambiando de forma en los próximos días.

En estos dibujos de abajo os muestro cómo podremos ver estos astros en los próximos días (las imágenes están sacadas del programa Stellarium):

01 domingo 21

La noche del domingo día 21.

02 lunes 22

La noche del lunes 22. Obsérvese que Marte se va acercando a Antares.

03 martes 23

La noche del martes 23.

04 miercoles 24

La noche del miércoles 24.  Es el máximo acercamiento Marte-Antares.

05 jueves 25

La noche del jueves 25. Marte se empieza a separar de Antares.

06 viernes 26

La noche del viernes 26.

07 sabado 27

La noche del sábado 27.

 

Como ves, estos días Marte se va a acercar mucho (visualmente hablando) a la estrella Antares. Se va a acercar noche tras noche, hasta que el máximo acercamiento sea el día 24. Esa noche la distancia Marte-Antares será de algo menos de 2º de arco.

Y luego, a partir del día 24, comenzarán a separarse.

Se trata, pues, de un bonito espectáculo que no nos podemos perder, y que podremos seguir noche a noche sin ayuda de ningún instrumento óptico. Tenemos que mirar hacia el suroeste, a no mucha altura sobre el horizonte, en el comienzo de la noche (a ser posible en la primera hora; antes de que estos astros pierdan altura y se pongan por el oeste).

Será un bonito espectáculo observar a Marte y Antares tan juntos en el cielo. Marte tendrá un brillo bastante superior a Antares, pero lo que más llamará la atención será esa cualidad que es común a ambos: su color rojizo.

Ya hemos dicho que el color rojo de Marte se aprecia a simple vista, y que por este motivo se le conoce como «el planeta rojo». Y es más: debido a este color (que se relaciona con la sangre, el fuego…), en la Antigüedad a este planeta se le identificaba con el dios de la guerra (el dios Marte); y de ahí viene su nombre, que aún conserva.

Respecto a Antares, la estrella supergigante roja del Escorpión, también su nombre se debe a su color rojo, pues el nombre «Antares» tiene su origen en «anti-Ares», que significa «el rival de Marte» (pues el dios griego Ares es el Marte romano).

Es decir, que en los próximos días vamos a poder contemplar el encuentro cercano entre estos dos astros que rivalizan en su color rojo. Será una buena ocasión, no sólo para observar sus colores, sino también para compararlos con el color (amarillento) del cercano Saturno.

Además, podremos fijarnos en otra cosa: Una cualidad de los planetas, al verlos a simple vista en el cielo, es que no titilan (al contrario que las estrellas, que sí lo hacen). Así que estos días podremos ver cómo Antares, por ser estrella, sí titila; mientras que Marte y Saturno, por ser planetas, tienen una luz fija.

En definitiva, no podemos perdernos en los próximos días este magnífico fenómeno astronómico, visualmente tan interesante y atractivo.

Además, en los días de máximo acercamiento parece que se esperan cielos despejados en Navarra, así que podremos contemplar este fenómeno.

¡No te lo pierdas!

Entretanto, te dejamos con esta recreación artística del fenómeno, y te enviamos un cordial saludo.
🙂

marte y antares dibujo

Perseidas 2016. ¿Más espectaculares que otros años?

Al menos eso dicen algunas predicciones. Y nosotros, qué vamos a decir, nos gustaría que fuera así. Pero cuando se trata de predicciones sobre lluvias de estrellas fugaces, hay que ir con cautela.

El «padre» de las estrellas fugaces que denominamos Perseidas es el cometa Swift-Tuttle. Un cometa de unos 26 km de diámetro que cada 133 años aproximadamente se acerca al Sol, cruzando la órbita terrestre y dejando en su camino una infinidad de partículas, literalmente desmigadas de su superficie.

Esas partículas tambien orbitan el Sol, pero debido a que se desprenden con una pequeña velocidad, acaban formando una nube muy alargada y dispersa, alrededor de la órbita del cometa. A esta nube muchas veces se le llama «tubo». Cada paso del cometa cerca del Sol deja un tubo.

Cuando la Tierra, al moverse en su órbita, cruza uno de esos tubos, las partículas que lo forman entran en la atmósfera. Debido a su velocidad, la fricción con el aire las quema y dejan un brillante y «fugaz» trazo en el cielo y unos cuantos «Ohhhhs» y «Ahhhhs» en los afortunados observadores (Que no es poco éxito si tenemos en cuenta que su tamaño oscila entre el del grano de arena y el del garbanzo)

Todas estas partículas entran en la atmósfera en la misma dirección, pero por un efecto de perspectiva parecen surgir de un único lugar del cielo. Este «punto» se denomina radiante y en el caso de las Perseidas se encuentra en la constelación de Perseo, de ahí el nombre de esta lluvia de estrellas (muy conocida también como las lágrimas de San Lorenzo)

El radiante de las Perseidas está en la constelación de Perseo

El radiante de las Perseidas está en la constelación de Perseo

La actividad de una lluvia de estrellas fugaces se mide mediante un parametro denominado Tasa Horaria Zenital (THZ) que nos indica el número de meteoros (estrellas fugaces) por hora que veríamos si el radiante estuviese localizado en el Zenit (Cenit), es decir, si tuviéramos el radiante justo en la vertical sobre nuestras cabezas.

El THZ depende de la cantidad de partículas en el «tubo» pero también de la posición del radiante respecto del observador. La posición cenital del radiante es la más favorable para la observación. En cambio, si el radiante esta próximo al horizonte  muchos  meteoros serán invisibles para nosotros, ocultos bajo el horizonte.

Las Perseidas suelen tener un THZ de unos 100 meteoros/hora. En nuestras latitudes el radiante no es cenital. Además una persona no puede observar todo el cielo al mismo tiempo, así que normalmente veremos muchas menos. En la figura se muestra la evolución del THZ en las Perseidas de 2015 donde la posición del máximo es claramente visible.

Evolución de la tasa horaria cenital (THZ) en las Perseidas de 2015

Evolución de la tasa horaria cenital (THZ) en las Perseidas de 2015 (Fuente, IMO)

Y esto nos lleva al asunto principal, las predicciones para este 2016…

Tenemos siempre la idea de que los cuerpos celestes repiten sus órbitas como relojes de precisión, pero no es así.  Los cuerpos pequeños, como cometas, asteroides y también las partículas que forman estos tubos, están sujetos a las continuas perturbaciones gravitatorias de otros cuerpos del Sistema Solar, en especial de Júpiter. Eso hace que los tubos de partículas puedan alterar sus órbitas cuando Júpiter, u otro planeta, les incordia con su presencia.

Pues bien, los expertos en el tema (osea, los frikis de las fugaces) han calculado que la influencia gravitatoria de Júpiter ha modificado las trayectorias de los tubos de partículas que dejó el Swift-Tuttle en los años 1079, 1479 y 1862, acercandolos a la órbita terrestre. Por este motivo se espera una densidad mayor de partículas y, por tanto, un número mayor de estrellas fugaces.

Bien, bien,… pero ¿cuántas?.  Aquí los frikis de las fugaces tienen opiniones diversas, pero todos coinciden en que este año el THZ será mayor. Unos dicen 120, otros 150 y algunos se aventuran a los 200 meteoros por hora. Alguno incluso más….

Pero son predicciones, y son difíciles de hacer. Esperemos que tengan razón y el espectáculo este año sea bueno. Las predicciones sitúan el máximo de actividad bien entrada la noche del 11 al 12 de agosto, pero conviene saber que ya las tenemos aquí hace días,  si bien con menor intensidad. Si queremos verlas, será mejor que busquemos un sitio oscuro, lejos de la ciudad. La luz de la Luna, en cuarto creciente, puede molestar un poco hasta que se oculte. Nuestro consejo: Tumbados en el suelo, sobre una colchoneta y bien abrigados…y a ser posible en grupo, que es más divertido.

Y si uno quiere pedir deseos, ¿porqué no? Yo cuando veo una bien gorda siempre pienso… ¡A ver si la siguiente es mejor! 

 

 

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¡Bah, ya veré el tránsito de Mercurio otro año…! ¡ERROOOR!

¿Estas pensando en pasar del tránsito de Mercurio el 9 de mayo de 2016? ¿Quizás dejarlo para la próxima vez? No es buena idea, mejor no pierdas la oportunidad, al fin y al cabo…

Los tránsitos de Mercurio no se producen todos los días

Desde luego que no, la relativa regularidad del movimiento orbital de Mercurio y la Tierra hace que los tránsitos se sucedan también con cierta regularidad en el tiempo. En la era telescópica el primer tránsito fue observado por Pierre Gassendi el 7 de noviembre de 1631, un tránsito que había sido predicho por Johannes Kepler. Desde entonces ha habido 36 tránsitos de Mercurio observables desde algún lugar de la Tierra.

El último visible desde Navarra, que muchos de los aficionados a la astronomía recordaremos, en 2003. La siguiente tabla muestra los tránsitos de Mercurio a lo largo de todo el s XXI, para un observador en Navarra (para el significado de las fases ver el esquema al final)

Año Mes día Visible desde Pamplona (Navarra)
2003 mayo 7 SI (completo)
2006 noviembre 8 NO
2016 mayo 9 SI (completo)
2019 noviembre 11 SI (parcialmente: I , II y máximo)
2032 noviembre 13 SI (parcialmente: máximo, III y IV)
2039 noviembre 7 SI (completo)
2049 mayo 7 SI (completo)
2052 noviembre 9 NO
2062 mayo 10 SI (parcialmente: I y II)
2065 noviembre 11 NO
2078 noviembre 14 SI (completo)
2085 noviembre 8 SI (completo)
2095 mayo 10 SI (parcialmente: I y II)
2098 noviembre 12 SI (parcialmente: máximo, III y IV)

«Transit Predictions by Fred Espenak, NASA/GSFC»

Por su naturaleza se trata de un fenómeno que se repite en el tiempo. Sin embargo las condiciones para tal repetición son bastante exigentes y la periodicidad de estos tránsitos no sigue una regla sencilla. Puede haber dos tránsitos en un periodo de tres años y luego 10 años sin que ocurra ninguno.

En general, los tránsitos de Mercurio siguen un patrón que se repite cada siete siglos, ahí es nada. Tránsitos consecutivos pueden ocurrir separados en el tiempo 3.5, 7, 9.5, 10 ó 13 años. Por ejemplo el periodo de 13 años se produce porque en 13 años terrestres exactamente (bueno, 13 años menos 2  días en realidad) Mercurio orbita el Sol 54 veces.  Ambos planetas vuelven a repetir sus posiciones relativas respecto del Sol y esto hace que se reproduzca la situación de tránsito otra vez. Más aún, cada 46 años terrestres (menos 8 horas aproximadamente) Mercurio completa 191 órbitas. Por ejemplo 2003+46=2049, 2006+46=2052, etc, repitiéndose el tránsito con dicho periodo como podemos ver en la tabla. Por cierto,  si el día de calendario no coincide exactamente no es culpa del ciclo, sino de la cuenta de años bisiestos entre ambos tránsitos.

Mayo no es lo mismo que noviembre

Por otra parte, si se produce el tránsito, éste tiene lugar en unas fechas del calendario muy concretas, como ya explicábamos en una entrada anterior. O bien entre el 7 y 10 de mayo o bien entre el 7 y 14 de noviembre. Ambos grupos de fechas están separados exactamente 6 meses. Los tránsitos de Mercurio en noviembre se producen muy cerca del perihelio, cuando el planeta está próximo al Sol. Por ello las condiciones son más favorables para que pase “por delante”. De hecho el número de tránsitos visibles en noviembre es, como puede comprobarse en la tabla, el doble que en mayo.

En nuestras latitudes, en Navarra en concreto, las condiciones meteorológicas en mayo sona priori más favorables que en noviembre, pero nunca se sabe…

Hay otro aspecto favorece la observación del tránsito cuando éste ocurre en mayo. En esas fechas las distancias entre la Tierra, el Sol y Mercurio hacen que el diámetro aparente de Mercurio sea 12 segundos de arco (1/158 del diámetro aparente del Sol en ese momento) mientras que en los tránsitos que ocurren en noviembre Mercurio tiene un diámetro aparente menor, de 10 segundos de arco  (1/194 del diámetro aparente del Sol). No es mucha diferencia, pero siempre es bienvenida para el que tiene que observarlo.

No siempre podemos ver el tránsito completo

Dependiendo de los detalles orbitales y de las circustancias geográficas del observador es posible que no podamos ver la totalidad del tránsito, e incluso que no podamos ver nada en absoluto.

Fijémonos en la tabla, si nos olvidamos de los 2 tránsitos ya pasados, de los 12 tránsitos restantes del s XXI dos de ellos no seran observables desde Navarra (2051 y 2065) . Del resto solamente 5 serán observables de forma completa, en todas sus fases. El del próximo 9 de mayo de 2016 podremos observarlo de principio a fín. Los dos siguientes serán en noviembre (2019 y 2032) y no podremos verlos completos. El siguiente tránsito completo será en noviembre de 2032 y luego en mayo de 2049…

Como podemos ver, a priori la de este año va a ser la mejor oportunidad en bastante tiempo…. así que mejor no perdérselo.

Ni que decir tiene que nosotros estaremos al pie del cañón, mejor dicho, al pie del telescopio, en todos los tránsitos de este siglo y de los venideros. ¡Que nadie lo dude!

Por cierto, el tránsito de Venus es más llamativo que el de Mercurio, ya que Venus tiene un tamaño aparente mucho mayor. Pero no sería buena idea perderse el tránsito de Mercurio esperando a uno de Venus. El próximo tránsito de Venus tendrá lugar el 11 de diciembre de 2117 y que quieres, nosotros no podemos comprometernos a estar allí. Además no será visible desde Navarra, que tendrá que esperar al 8 de diciembre de 2125 para ver uno, de forma parcial, o al 11 de junio de 2247 para poder ver uno de forma completa.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

 

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Tránsito de Mercurio del 9 de mayo. ¿Por qué se produce?

En un tránsito el planeta, Mercurio en este caso, pasa entre el Sol y nosotros, de forma que lo vemos como un disco negro desplazándose durante varias horas sobre la brillante superficie solar.

Para que esto sea posible el alineamiento del Sol, Mercurio y la Tierra debe ser casi perfecto. Este alinemiento tan perfecto solamente ocurre en ocasiones. Para un astrónomo las condiciones necesarias para este alineamiento son dos:

Mercurio debe estar en conjunción inferior

Mercurio es un planeta interior, es decir, orbita el Sol más cerca que la Tierra. Como está más cerca del Sol, también orbita más rápido (47.9 km/s de media) que la de la Tierra (29.8 km/s de media). A lo largo del tiempo, Tierra y Mercurio van desplazándose en sus órbitas y sus posiciones relativas al Sol van cambiando. Algunas de estas posiciones tienen un interés especial, pero aquí solamente nos interesa una de ellas.

Se dice que Mercurio está en Conjunción cuando Mercurio, Sol y Tierra están alineados. Si Mercurio está entre el Sol y la Tierra se trata de una conjunción inferior (1). Si es el Sol el que está entre ambos planetas, entonces tenemos una Conjunción Superior (2).  Dicho esto, es evidente que para que se produzca un tránsito Mercurio debe estar en conjunción inferior. Por cierto, hay que fijarse que aunque decimos «Mercurio está en conjunción inferior», relamente la conjunción es un alineamiento de los tres cuerpos (Sol, Mercurio y Tierra)

Posiciones relevantes de un planeta interior visto desde la Tierra (T): (1) Conjunción Inferior, (2) Conjunción Superior, (3) Máxima Elongación Este, (4) Máxima Elongación Oeste. Vista desde el polo norte celeste.

Posiciones relevantes de un planeta interior visto desde la Tierra (T): (1) Conjunción Inferior, (2) Conjunción Superior, (3) Máxima Elongación Este, (4) Máxima Elongación Oeste. Vista desde el polo norte celeste.

Pero estar en conjunción inferior no garantiza que se produzca un tránsito. La imagen de la figura es una imagen en el plano, como  «visto desde arriba». Esta falta de perspectiva puede hacernos pensar que los tres cuerpos celestes están alineados, aunque no sea así. Esto nos lleva a la segunda condición.

Mercurio debe estar en el nodo ascendente o en el nodo descendente.

El plano que contiene la órbita terrestre se denomina plano de la eclíptica. La órbita de Mercurio yace en un plano inclinado 7° respecto del plano de la eclíptica (figura). Aunque Mercurio esté en conjunción inferior, lo más probable es que se encuentre o bien por encima (como en C) o bien por debajo (como en D) de la eclíptica. En estas condiciones no se produce el tránsito.

Debido a la inclinación de la órbita de Mercurio el alineamiento "perfecto" del Sol, Mercurio y la Tierra solamente es posible cuando Mercurio se encuentra en el nodo ascendente (A) o en el nodo descendente (B)

Debido a la inclinación de la órbita de Mercurio el alineamiento «perfecto» del Sol, Mercurio y la Tierra solamente es posible cuando Mercurio se encuentra en el nodo ascendente (A) o en el nodo descendente (B)

Para que se produzca el tránsito, el casi perfecto alineamiento de los tres cuerpos, Mercurio debe encontrarse en el plano de la eclíptica, o muy, muy cerca de este plano. Esto solamente sucede en los puntos en los que la órbita de Mercurio corta el plano de la eclíptica. Estos puntos se denominan nodos y, como se ve en la figura, son dos:

  • El nodo ascendente (A) o punto donde Mercurio atraviesa el plano de la eclíptica de Sur a Norte (de abajo hacia arriba en la figura)
  • El nodo descendente (B), cuando Mercurio atraviesa el plano de la eclíptica de Norte a Sur (de arriba hacia abajo en la figura)

Estando Mercurio en conjunción inferior y en uno de esos nodos, o muy, muy cerca de ellos, tendremos un tránsito. Que ambas condiciones se cumplan simultáneamente no es tan frecuente. Por ello, en todo el siglo XXI solamente tenemos 14 tránsitos de Mercurio.

Ya para acabar, un interesante detalle. Si el tránsito se produce en el nodo ascendente (A), la Tierra tiene que estár en la correspondiente posición del dibujo. Desde el punto de vista de la Tierra esto corresponde a un momento concreto del año, en noviembre. De forma análoga, si el tránsito sucede en el nodo descendente (B), la Tierra debe estar en la posición del dibujo, lo que corresponde a mayo. Los tránsitos de Mercurio se producen en mayo o en noviembre, en fechas separadas entre sí aproximadamente seis meses.

De los 14 tránsitos del siglo XXI, 5 son en mayo y 9 en noviembre. La diferencia  es debida a que las órbitas de la Tierra, y en especial la de Mercurio, no son circulares, lo que afecta a la geometría del problema favoreciendo las condiciones del tránsito en el nodo ascendente respecto del descendente.

 

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Así se verá el tránsito de Mercurio del 9 de mayo de 2016

El 9 de mayo, durante toda la tarde, podremos disfrutar del tránsito de Mercurio por delante del Sol. Un tránsito es un fenómeno interesante, que se repite de vez en cuando y que es fruto de las particularidades de las órbitas de Mercurio (nuestro protagonista) y de la Tierra, desde donde observamos.

Ya en nuestro anuncio de este tránsito os presentábamos un resumen de la información básica que quí completamos para una mejor observación del evento.

Las fases del tránsito

Con la ayuda de la figura (más abajo) es fácil identificar las fases del tránsito.

El tránsito comienza cuando el disco del planeta toca el disco solar y comienza a «entrar» en él. A este momento se denomina Contacto I y define el principio del tránsito. Poco a poco el planeta va entrando en el disco solar y solo unos pocos minutos más tarde (algo más de tres minutos) ha entrado completamente, es el Contacto II.

Después el negro disco de Mercurio se paseará por la superficie del Sol, con un poco de suerte quizás pase cerca o incluso por encima de alguna mancha solar, aumentando la espectacularidad del fenómeno. El punto medio de este viaje se denomina Máximo y ocurrirá sobre las 5 de la tarde (hora local en Navarra).

El tránsito finaliza un poco como empezó, cuando el disco de Mercurio toca de nuevo el borde del disco solar por su parte interior (Contacto III) y, tras otros tres minutos aproximadamente, sale completamente (Contacto IV) y desaparece de nuestra vista.

Tabla resumen de las fases del tránsito. TU: Tiempo universal, HL: hora local para Pamplona.

Fase Es decir… TU HL
Ingreso Contacto I Instante en que el disco del planeta es tangente al disco solar por su parte exterior. Define el comienzo del tránsito 11:12:19 13:12:30
Contacto II Instante en el que el disco del planeta es visto por primera vez de forma completa sobre el disco solar. El disco del planeta es tangente al disco solar por su parte interior. 11:15:31 13:15:41
  Máximo Cuando el disco del planeta se encuentra a mitad de su recorrido sobre la superficie del disco solar. 14:57:26 16:56:21
Egreso Contacto III Instante en el que el disco del planeta es visto por última vez de forma completa sobre el disco solar. El disco del planeta es tangente al disco solar por su parte interior. 18:39:14 20:37:21
Contacto IV Instante en que el disco del planeta es tangente al disco solar por su parte exterior. Define el final del tránsito 18:42:26 20:40:33

En la figura se indican las horas precisas de cada contacto, calculadas para Pamplona. Para observadores situados en otras localidades de Navarra no habrá diferencias más allá de uno o dos segundos respecto de éstas.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

El camino de Mercurio por delante del Sol

Normalmente la información del tránsito la veremos resumida como en la figura anterior. Se trata de un gráfico obtenido para coordenadas geocéntricas, es decir, como si estuviésemos observando el tránsito desde el centro de la Tierra (y la Tierra fuese transparente). Como podemos ver en la figura el camino de Mercurio es «recto» desde este punto de vista. El ángulo entre la eclíptica (trayectoria del Sol en la esfera celeste) y la trayectoria de Mercurio es 7°. Es la inclinación de la órbita de Mercurio respecto de la órbita terrestre.

Ahora bien, en realidad observamos desde la superficie terrestre y esto modifica el aspecto del camino seguido por Mercurio sobre la superficie solar. Esto es debido a que el tránsito dura muchas horas y en ese periodo, debido a la rotación de la Tierra, cualquier observador va a cambiar su posición de observación notablemente. De hecho, como el eje de rotación está inclinado, nuestro movimiento respecto de la eclíptica es curvo.

Si tomamos como referencia el horizonte, a lo largo del tránsito y debido a la rotación de la Tierra (y de nuestro punto de observación) el camino aparente de Mercurio será bien distinto a una linea recta. Calculado para Pamplona (o cualquier otro punto de Navarra) el camino será como el que se muestra en la siguiente figura:

Movimiento aparente de Mercurio tomando como referencia el horizonte (Para Navarra)

Movimiento aparente de Mercurio tomando como referencia el horizonte (Para Navarra)

Es decir, tras entrar en el disco solar, Mercurio parecerá que sube respecto del Sol, a la vez que avanza. Llegado un momento comenzará a bajar y finalmente saldrá por un punto situado prácticamente en la parte inferior del Sol.

El no tan simple resultado de la combinación de dos movimientos.

Desde la Agrupación Navarra de Astronomía estamos preparando todo un conjunto de actividades con motivo de este tránsito. Entre ellas destacamos.

Ciclo de conferencias “Planetas Próximos, planetas lejanos” en CIVICAN

  • Exoplanetas. ¿Mundos con vida? (viernes 15 de abril, 19:30)
  • Nuevos planetas en el Sistema Solar. Historias de hallazgos, pérdidas e hipótesis (viernes 29 de abril, 19:30)
  • Mercurio, un planeta atípico. Todo sobre el tránsito del 9 de mayo de 2016 (viernes 6 de mayo, 19:30)

Observación pública del tránsito (pronto tendremos los detalles)

Curso de Iniciación a la Astronomía Práctica

 

 

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Mercurio ¡Qué pasada! Tránsito del 9 de mayo de 2016

Este año Mercurio es protagonista. El lunes 9 de mayo Mercurio pasará por delante de la superficie del Sol, visto desde nuestra perspectiva, ofreciéndonos un espectáculo poco usual que podremos seguir en vivo y en directo aquí, en la Agrupación Navarra de Astronomia. Para un observador en Pamplona el tránsito comenzará a las 13:12 y finalizará a las 20:40. Una primaveral tarde de astronomía.

Mercurio, el protagonista del tránsito del 9 de mayo

Mercurio, nuestro protagonista, va a presidir todos estos eventos

En nuestra web y en las redes sociales iremos contando todos los detalles del tránsito y de nuestras actividades. Como aperitivo aquí tenéis los datos principales del tránsito en coordenadas geocéntricas (para un observador situado en el centro de la Tierra). Los momentos principales el tránsito se especifican en tiempo universal (TU) y en hora local para un observador situado en Pamplona.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

Tránsito de Mercurio 9 de mayo de 2016.

Pero esto no será todo, con motivo de este evento estamos preparando una completa campaña de actividades que incluyen.

Ciclo de conferencias “Planetas Próximos, planetas lejanos” en CIVICAN

  • Exoplanetas. ¿Mundos con vida? (viernes 15 de abril, 19:30)
  • Nuevos planetas en el Sistema Solar. Historias de hallazgos, pérdidas e hipótesis (viernes 29 de abril, 19:30)
  • Mercurio, un planeta atípico. Todo sobre el tránsito del 9 de mayo de 2016 (viernes 6 de mayo, 19:30)

Observación pública del tránsito (pronto tendremos los detalles)

Curso de Iniciación a la Astronomía Práctica (se impartirá en mayo, después del tránsito)

 

La información se publicará en nuestra web, Facebook y Twitter (#MercurioQuePasada)

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Venus y Saturno casi tocándose en el cielo, sábado 9 de enero antes de que salga el Sol

¿Pensabas aprovechar el sábado para quedarte en la cama hasta tarde? ¡Gran error!

Este sábado 9 de enero de 2016, entre las 7 y 8 de la mañana podemos observar en el cielo una hermosa conjunción de los planetas Venus y Saturno. Van a estar realmente juntos, a solo 5’ (5 minutos de grado) uno del otro, es decir, aproximadamente a una distancia equivalente a 1/6 del diámetro de la Luna.

Mirando al sureste, antes del amanecer del 9 de enero de 2016 desde Pamplona. En el gráfico Venus y Saturno aparecen fundidos en un único punto brillante. (Crédito Stellarium)

Mirando al sureste, antes del amanecer del 9 de enero de 2016 desde Pamplona. En el gráfico Venus y Saturno aparecen fundidos en un único punto brillante. (Crédito Stellarium)

Desde luego la proximidad de ambos planetas es solo aparente, en realidad Saturno estará 9 veces más lejos de la Tierra que Venus. Comparado con Saturno, Venus es mucho más pequeño, pero como está más cerca del Sol y también más cerca de nosotros, lo vemos mucho más brillante. Este sábado tendrá un brillo más de cien veces superior al del planeta anillado.

 

Esquema con la posición aproximada de Venus y Saturno durante la conjunción. Venus se encuentra a 1.2 UA de la Tierra y Saturno a 10.8 UA. (No está a escala) (UA: Unidad Astronómica= 150 millones de km)

Esquema con la posición aproximada de Venus y Saturno durante la conjunción. Venus se encuentra a 1.2 UA de la Tierra y Saturno a 10.8 UA. (No está a escala) (UA: Unidad Astronómica= 150 millones de km)

 

Ver ambos planetas a simple vista puede ser un pequeño reto, dada su proximidad y la diferencia de brillo. ¿Podrás distinguirlos?

En cualquier caso, el espectáculo ganará mucho con unos prismáticos o desempolvando ese pequeño telescopio que alguien me regaló (o quizás me acaban de regalar estos días) y nunca me animo a usar. Venus y Saturno aparecerán en el mismo campo visual y podremos observar con detalle el espectáculo.

Con unos prismáticos o un peueño telescopio resolveremos Venus, Saturno y sus anillos así como Titán, su luna más brillante. (Pero seguramente con un tamaño mucho menor que en de este gráfico)

Con unos prismáticos o un peueño telescopio resolveremos Venus, Saturno y sus anillos así como Titán, su luna más brillante.
(Pero seguramente con un tamaño mucho menor que en de este gráfico) (Crédito Stellarium)

Con suficientes aumentos podremos apreciar que Venus nos presenta solamente un 80% de su superficie iluminada (Venus tiene fases como la Luna, pero con sus propias características). Por su parte Saturno nos mostrará sus imponentes anillos que le convierten seguramente en el planeta más bonito de ver con un telescopio. Incluso con equipos modestos podremos ver al menos una de sus lunas, Titán.

Antes de madrugar, quizás deberías comprobar las predicciones meteorológicas para tu localidad, pero si tienes dudas, mejor intentarlo, no sea que te lo pierdas.

Nota. En este artículo las horas de los distintos eventos están calculadas para Pamplona (GMT+1)

 

 

 

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Las Gemínidas, una estupenda lluvia de estrellas para despedir el año.

Cuando uno piensa en lluvias de estrellas fugaces (meteoros) inmediatamente le viene a la cabeza las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo, que tienen lugar en agosto. Sin embargo las Perseidas no son necesariamente la lluvia más espectacular del calendario. Las Gemínidas, que nos visitan todos los años durante la primera quincena de diciembre, son tanto o más llamativas.

“El culpable”

Las Gemínidas están asociadas a los pequeños restos de polvo dejados a lo largo del tiempo por 3200 Phaetón, un asteroide de unos 5 km de diámetro que pertenece a la familia de asteroides Apolo, un pequeño grupo de asteroides con órbitas que los acercan mucho al Sol.

Y sí, hemos dicho asteroide. Normalmente asociamos las estrellas fugaces a restos dejados por cometas, pero la distinción entre cometas y asteroides a veces no esta tan clara. En realidad las características físicas de Phaetón parecen ser las de un núcleo cometario que tras numerosos paseos por las proximidades del Sol ha perdido la mayor parte de sus elementos volátiles y presenta actualmente una actividad muy pequeña. De hecho se han detectado recientemente emisiones de polvo desde su superficie.

Cometa viejo o asteroide, la verdad es que la diferencia es más bien de nombre. No es el único cuerpo del sistema solar que, habiéndole clasificado como asteroide, nos ha sorprendido con un comportamiento cometario cuando ha tenido la oportunidad.

¿Cuándo?

La lluvia de las Gemínidas ocurre todos los años desde el 7 hasta el 17 de diciembre aproximadamente. Este año el máximo de actividad está previsto a las 19:00 del lunes 14 de diciembre (hora local, que corresponde con las 18:00 en Tiempo Universal).

Y, ¿a dónde mirar?

Cuando observamos una lluvia de estrellas fugaces en el cielo, todas ellas parecen surgir de una región muy concreta, casi un punto, de la bóveda celeste. Este punto se denomina radiante y en el caso de las Gemínidas está, como cabría esperar, en la constelación de Géminis. Castor y Pólux, los dos gemelos, son las estrellas más brillantes de esta constelación (Pólux más brillante que Cástor) y el radiante de las Gemínidas está muy cerca de Cástor.

En la figura se muestra la posición el cielo, visto desde cualquier lugar de Navarra, a las 22:00 h (hora local) del 14 de diciembre. Para encontrar a los gemelos y la posición del radiante, la llamativa constelación de Orión y las brillantes Sirio y Capella puede hacernos de guía.

El radiante de las Gemínidas se encuentra próximo a la estrella Cástor, en la constelación de Géminis.

El radiante de las Gemínidas se encuentra próximo a la estrella Cástor, en la constelación de Géminis.

El 14 de diciembre, visto desde Navarra, el radiante aparece por el horizonte Este sobre las 19:00 h. Coincidiendo con la hora del máximo de actividad, de acuerdo con las previsiones. Según avance la noche el radiante irá subiendo, alcanzando los 80o sobre el horizonte a las 3 de la mañana.

Saber la posición del radiante es importante, en primer lugar, porque no es el mejor sitio al que mirar para observar los meteoros. Por efecto de la perspectiva, los meteoros que se observan cerca del radiante suelen mostrar trazos cortos y ser más rápidos. Lo mejor es observar a cierta distancia del radiante, pero tampoco muy lejos, sobre una zona limpia y oscura del cielo. Por ejemplo, la fascinante constelación de Orión y sus alrededores es un buen sitio.

¿Cuántas estrellas puedo ver?

El ritmo de meteoros que produce una lluvia de estrellas se especifica mediante un parámetro llamado THZ (Tasa Horaria Cenital) que representa el número de meteoros que se verían si estuviésemos observando un cielo perfectamente oscuro, sin Luna, y con el radiante colocado en el cénit (sobre la vertical).

Típicamente las Gemínidas tienen un THZ de 120 meteoros/hora, la mayor de todas las lluvias anuales y mayor que el de las Perseidas (THZ=100 meteoros/hora). Hay que saber que si realmente salimos a ver las Gemínidas, o cualquier otra lluvia de estrellas, el número de meteoros que podremos observar es menor que el valor del THZ. Esto es debido entre otros factores a que el radiante no estará en el cénit; a que no podemos ver todo el cielo al mismo tiempo; a que puede haber algo de luz de la Luna (que ocultará los meteoros más débiles), etc. Como valor orientativo, a la hora del máximo, podemos esperar un ritmo de unos 50 meteoros a la hora, de los cuales solamente veremos una parte, ya que no es posible observar todo el cielo al mismo tiempo.

Brillantes y de velocidad media.

En cuanto a la observación de los meteoros: dos características básicas son importantes: brillo y velocidad. En cuanto al brillo, el de las Gemínidas es algo menor que el de las perseidas pero la diferencia no es grande. En cuanto a la velocidad, las Gemínidas entran en la atmósfera a unos 35 km/h, casi la mitad que la velocidad de entrada de las Perseidas (59 km/h), lo que viene a ser una velocidad media. Al ser más lentas, es más fácil observarlas, un punto a su favor.

Este año la Luna se portará bien

Este año la Luna se encuentra en una fase muy favorable para la observación de las Gemínidas. El día 10 es Luna Nueva y el 14 de diciembre, el día del máximo, la Luna todavía está en fase creciente con solo un 12% de su superficie iluminada. Además se pone por el Oeste a las 21:00 horas, sólo dos horas después de que el radiante aparezca por el lado opuesto del cielo, por el Este.

En resumen, la Luna va a interferir muy poco en la observación, casi podríamos decir que nos invita a ver el espectáculo.

¡No te lo pierdas!

Un pequeño ejemplo

Para acabar, os dejo una imagen que tomé en diciembre de 2007. No es de gran calidad pero se aprecia un meteoro cuyo trazo puede extenderse hasta la posición del radiante, situada en la imgaen ligéramente por encima de la estrella Cástor. Para ayudar a la identificación de las constelaciones os dejo una versión anotada de la misma imagen. Casualmente esos días el planeta Marte estaba de paseo por Géminis.

Una gemínida captada en diciembre de 2007. Debido a la duración de la exposición las estrellas aparecen como pequeños trazos, debido al movimiento aparente de la bóbeda celeste. Foto del autor.

Una gemínida captada en diciembre de 2007. Debido a la duración de la exposición las estrellas aparecen como pequeños trazos, debido al movimiento aparente de la bóbeda celeste. Foto del autor.

La misma fotografía anterior donde se identifican las principales constelaciones (amarillo) y las estrellas más brillantes (azul) y el planeta Marte (rojo). El recuadro señala la región de la imagen ampliada. Foto del autor.

La misma fotografía anterior donde se identifican las principales constelaciones (amarillo) y las estrellas más brillantes (azul) y el planeta Marte (rojo). El recuadro señala la región de la imagen ampliada. Foto del autor.

Ampliación de la región en la fotografía anterior, donde aparece el trazo dejado por el meteoro. Foto del autor.

Ampliación de la región recuadrada en blanco en la fotografía anterior, donde aparece el trazo dejado por el meteoro. Foto del autor.

 

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Así fue la ocultación de Aldebarán por la Luna.

Tal como estaba anunciado, la noche del jueves la Luna, en su lento pero continuo discurrir por las constelaciones zodiacales, pasó por la constelación de Tauro y produjo el bonito e infrecuente fenómeno de ocultar a su principal estrella: Aldebarán (el ojo del toro).

En Pamplona el tiempo atmosférico acompañó, pues no sólo tuvimos el cielo despejado, sino que además hacía una temperatura casi veraniega, lo que hizo mucho más cómoda la observación.

La ocultación tuvo lugar hacia las 22:30, pero unas horas antes ya se veía Aldebarán a simple vista cerca de la Luna, ofreciendo una imagen curiosa. No obtante, enseguida, conforme los dos astros se fueron acercando más entre sí, Aldebarán dejó de percibirse a simple vista (al menos yo no la veía), debido al deslumbramiento que producía la potente Luna.

Sin embargo, con prismáticos en todo momento, hasta instantes antes de la ocultación, se veía la estrella. Era muy vistosa la imagen de Aldebarán acercándose poco a poco a la Luna. ¡Una imagen muy bonita y espectacular!

Con telescopio, por supuesto, también era muy bien visible y una imagen muy bonita.

Así, poco a poco, la estrella se fue acercando y acercando al borde de la Luna… hasta que (a la hora prevista) se produjo la desaparición.

Como anécdota, comentar que no vi el momento exacto de la desaparición, porque me despisté un segundo (el segundo preciso en que ocurrió).

En estas fotos que hice con mi pequeño telescopio podéis ver esos momentos previos a la desaparición, cuando Aldebarán se estaba acercando al borde de la Luna:

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Después de esto, Aldebarán estuvo algo más de una hora oculta detrás de la Luna, tiempo que había que esperar para ver su reaparición.

La estrella debía reaparecer por el borde opuesto de la Luna. Éste, al contrario que el primero, no estaba iluminado por el Sol, sino oscuro, lo que haría más vistoso el fenómeno.

Así que ahí estuve, con el ojo en el ocular, no dispuesto a perdérmelo.

Y… desde luego… ¡mereció la pena! Aldebarán apareció de repente por el borde oscuro, y lo hizo de una manera espectacular!  Ya se sabía que, al tratarse de una estrella puntual y no haber atmósfera en la Luna, la reaparición debía ser repentina, pero aún así me sorprendió, pues fue un destello potentísimo. Aldebarán apareció en el borde oscuro como una repentina y sorprendente explosión de luz.

Pues eso. Ahí teníamos de nuevo a nuestra querida Aldebarán, que estaba de nuevo con nosotros, como si no hubiera pasado nada, a salvo e ilesa, tras haber realizado ese excepcional viaje a través de la Luna!

Me alegré de tenerla de nuevo de vuelta brillando en el firmamento! 🙂

Pongo estas fotografías que hice, de nuevo con mi pequeño telescopio, en los instantes posteriores a la reaparición:

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En definitiva, fue un espectáculo excepcional y muy bonito que algunos tuvimos el placer de disfrutar.

En diciembre volverá a ocurrir. …¡pero creo que hará un poco más de frío!

Un saludico.

🙂