¡La ANA/NAE participa sembrando estrellitas!

El 1 de marzo la Agrupación Navarra de Astronomía participó en el bello proyecto Jardín de la Galaxia que coordina el Planetario de Pamplona, plantando uno de los arbustos que conformarán la preciosa réplica de la Vía Láctea dentro del Parque Yamaguchi.

Socios de la ANA/NAE plantando el arbolito en el Jardín de la Galaxia.

El arbolito apadrinado por la ANA/NAE es un Eleagnus Ebbingei. La característica de este arbusto es que sus hojas están cubiertas por diminutas escamas de color blanco, lo que a nuestros ojos puede aparentar un conglomerado de estrellitas. Por eso, en el Jardín de la Galaxia, estas plantas representarán el fondo estrellado.

El arbolito apadrinado por la ANA/NAE, que puede alcanzar 3mts. de altura.

Hojas «estrelladas» del Eleagnus Ebbingei 😀

Dentro de este jardín de la Vía Láctea, el Eleagnus Ebbingei plantado por la Agrupación Navarra de Astronomía estará formando parte del Brazo de Perseo, uno de los brazos espirales de nuestra galaxia.

Modelo de la Vía Láctea, una galaxia espiral con sus brazos.

Un verdadero gusto ha sido participar en este encantador proyecto. Juntos, podemos devolver el favor (en escala ;D ) a quien nos ha acogido y brindado una morada cósmica: ahora daremos un hogar verde y terrestre a nuestra galaxia, la Vía Láctea, quien habitará también en nuestra pequeña y bella ciudad, Pamplona/Iruña.

Diana, Jesús, Satur, Rubén y Oscar (detrás de cámara), con el arbolito de la ANA/NAE.

Agradecemos al Planetario la invitación a participar en esta magnífica iniciativa.

 

Una Luna de mil colores en La Milagrosa

Una Luna hermosa fue la que el sábado 11 de junio se paseó por la bóveda celeste durante la tarde y la noche en la celebración del Barrio de los Artistas, en Pamplona.

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La reina blanca se miraba en su espejo celeste y, con el cielo aún teñido de azul, se arreglaba tras su biombo de nubes, poniéndose muy bonita. Desde las alturas, ella nos miraba contenta, esperando y ansiando que dieran por fin las nueve de la noche.

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Unos chicos muy fuertes de la Agrupación Navarra de Astronomía llevaron e instalaron los telescopios en la esquinita de “El Nido”, el nuevo Ccsi de La Milagrosa, que acogió diversidad de actividades artísticas durante este fin de semana.

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Cuando todo estuvo listo, las miradas de grandes y txiquis se volvieron, a través de las lentes, como reflectores muy luminosos que apuntaban directos hacia la diosa de la noche.

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Emocionada ante tanta atención y miradas de sorpresa, la Luna sonriente mostraba todos los infinitos detalles de su fase (casi) cuarto creciente.

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Así, lejos y preciosa en el cielo y brillante y cerquita en la lente, uno a uno, la Luna animaba a todos a que le dieran color, en papel y ¡con mucha imaginación! Muy gustosa, no paraba de enviarnos mensajes como estos:

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Grandes y txiquis, tiñéndose las manos de soltura y mucha fantasía, disfrutaron poniendo en papel la belleza lunar con creatividad, alegría e imaginación personal.

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Más de cincuenta lunas de diferentes estilos y colores dieron vida al “tendedero” de dibujos que adornó la calle hasta hacerse completamente de noche.

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Y, para completar la velada… ¡grandes sorpresas celestes! Así de guapa como estaba la Luna, rápidamente apareció junto a ella un acompañante: el gran Júpiter y, juntos, cautivaron a todos con su resplandeciente conjunción a sólo dos grados de distancia.

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Y en la escena, aparecieron por el sur el increíble Saturno y el brillante Marte, que hicieron de nuestra vista nocturna algo muy especial.

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El luminoso y rojizo Marte.

 

Sin duda, la actividad “Dale color a la Luna” ha sido una bonita oportunidad para disfrutar de la astronomía de la mano del arte, los colores, la belleza y la imaginación.

Agradecemos, por el espacio y las facilidades, a la organización del Barrio de los Artistas, con un agradecimiento muy especial para Jesús, de Arrosadia Bizirik, por su atenta disponibilidad y eficacia para ayudar.

No dejes de mirar la página de la Agrupación Navarra de Astronomía, que pronto publicaremos una sorpresa fotográfica con todos los dibujos de la noche! 🙂

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La Luna luciendo su fase creciente. Foto realizada por Íñigo (como las anteriores).

¡Piedras preciosas en el cielo de mayo!

La madrugada del 3 de mayo ha sido tan espEcial como espAcial. Para aquellos que velamos el cielo durante el sueño y el silencio citadino, ha sido una noche llena de brillantes sorpresas que podían disfrutarse y admirarse a simple vista.

La noche en Pamplona, limpia y despejada, permitió un agradable encuentro con muchas de las piedras preciosas que habitan en nuestro cielo cercano y… no tan cercano 🙂

Al Oeste, el señorón Júpiter, que se le veía así dominante como solitario. Y que, a través de los prismáticos, ya dejaba ver, al menos, 1 de sus lunas.

Júpiter brillante, antes de esconderse tras los edificios en Iturrama

Júpiter brillante, antes de esconderse tras los edificios en Iturrama

Al sur, en el cielo, había un verdadero espectáculo de luces, que, cuando mis ojos lo descubrieron, ocasionaron inmediatamente que se me cayera la mandíbula, ¡jaja! :0   ¿Queréis verlo?

Espectáculo de luces nocturno, en el cielo pamplonica

Espectáculo de luces nocturno, en el cielo austral pamplonica

¿Quiénes eran? ¿Quién me hacía tan resplandeciente compañía en esta noche silenciosa?

Dos planetas (círculos) y 5 estrellas

Dos planetas (círculos) y 5 estrellas

Por una parte, dos planetas: Marte (el círculo rojo) que brillaba con su espléndida luz rojiza inconfundible y lo hacía como si no hubiera otra cosa más bella e importante que hacer esta noche. Junto a él, un menos brillante, pero muy presente, el Señor de los Anillos ;D (Saturno, el círculo amarillo).

¿Y quiénes son el resto de estrellicas? Pues al menos cinco de las muchas estrellas que forman la vistosa constelación de Escorpión. Tres estrellas que dan forma a las pinzas de Scorpius: Acrab, Dschubba y Pi Scorpii, y dos estrellas de la parte central del cuerpo del escorpión:  T Scorpii y la supergigante roja Antares.

Foto con nombres

Imagen tomada de la app SkyView donde se observa la misma imagen de Saturno y Marte junto con la constelación de Escorpión completa

Imagen tomada de la app SkyView donde se observa la misma imagen de Saturno y Marte junto con la constelación completa de Escorpión.

Antares es la estrella más brillante de Escorpión y por su situación en el centro de la constelación, se le conoce también como el corazón de Escorpión. ¡Y sí que lo es, al ser tan luminosa y rojiza!

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Así que ayer, Marte y Saturno formaban un bonito y perfecto triángulo junto con el corazón del Escorpión, que, como se observa en las fotografías, se admiraba muy bien a simple vista.

Privilegiada vista desde un ventanal de Iturrama

Privilegiada vista desde un ventanal de Iturrama

Trío de astros luminosos

Trío de astros luminosos

Triángulo aparente formado por Saturno, Marte y Antares

Triángulo aparente formado por Saturno, Marte y Antares

El espectáculo celeste dio vida al cielo nocturno hasta que estas bellas luces compañeras poco a poco se fueron desvaneciendo con el amanecer del Sol. Marte fue el último que se resistió, hasta que su luz, tristemente debilitada y diminuta, terminó tiñéndose también del claro azul matinal.

Saturno, Marte y Antares juntos durante el crepúsculo matutino

Saturno, Marte y Antares juntos durante el crepúsculo matutino

Hermosa vista del trio de astros con luz de alba

Hermosa vista del trio de astros con luz de alba

Una velada galileana: la observación de Júpiter

¡Qué suerte! El viernes pasado tuvimos condiciones meteorológicas perfectas: un cielo bello muy despejado y con luz de luna que nos permitió localizar y mirar muchos astros incluso a simple vista.

Socios e invitados disfrutamos una velada astronómica que se extendió hasta medianoche. Sin duda, uno de los momentos más especiales fue la observación de la salida del gran Júpiter por el horizonte, alrededor de las 20:30. ¡Qué guapo se ve este gigante también a simple vista!

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Júpiter a simple vista en el cielo pamplonés. Foto sacada por Íñigo.

¿Y qué ocurrió al mirar a través de las lentes? Pues que tanto veteranos como aquellos que veíamos por primera vez a Júpiter a través de un telescopio, repetíamos, uno a uno, la emoción de la experiencia galileana: observar al planeta junto a cuatro de sus lunas más grandes, Ganímedes, Europa, Io y Calisto.

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Júpiter con sus satélites, perfectamente alineados, visto con el telescopio C8 de la Agrupación. Foto hecha por Íñigo ¡con el móvil!

Vivimos una emoción compartida, que, traducida en palabras se escuchaba más o menos así: «¡Oh, qué bonito!» «¡Qué nítido, se ven las bandas de Júpiter!»  «¡Creo estar viendo también su mancha roja!».

Si bien el gigante gaseoso y sus lunas han sido los protagonistas, no se perdió la ocasión para observar otras maravillas como la nebulosa de Orión con su inconfundible trapecio; las fabulosas Pléyades (o siete «cabritillas» navarricas); Alcor y Mizar, que habitan en la cola de la Osa Mayor; además de descubrir, por azar, algunos otros pares más de estrellas dobles.

Sin duda, ha sido una noche bonita, compartiendo el espectáculo celeste nocturno a la luz de nuestra guardiana, la Luna.

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Así de hermosa se veía la Luna. Foto sacada por Íñigo con el telescopio Mizar de la Agrupación.

Aniversario de la muerte de Giordano Bruno: paladín del universo infinito

Aniversario de la muerte de Giordano Bruno: paladín del universo infinito

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El 17 de febrero de 1600, Giordano Bruno fue quemado vivo en la hoguera, en el Campo de’ Fiori en Roma, luego de ocho años de encierro y proceso inquisitorio.

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Monumento a Giordano Bruno en el Campo de’ Fiori

Cuando en diciembre de 1599 la Inquisición finalmente le presentó a Bruno las proposiciones heréticas de las que debía abjurar, el filósofo italiano se negó a arrepentirse de su pensamiento. Bruno fue condenado y sentenciado como “hereje impenitente, pertinaz y obstinado”.

Hoy recordamos a este hombre visionario. Y te contamos aquí solo un par de “infinitas” razones:

Años antes del invento del telescopio, Bruno, un filósofo y fraile dominico nacido en 1548, sostuvo la infinitud del universo, en un momento histórico donde se creía, argumentaba y se hacían cálculos astronómicos considerando siempre que la bóveda celeste era el límite del cosmos.

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El universo de Ptolomeo

Bruno se percató de que considerar que el universo posee un límite físico era una conclusión derivada de una percepción errónea, es decir, de creer que el universo termina justo ahí donde termina también el alcance de nuestros sentidos.

“Debe de haber un procedimiento a la hora de pedir testimonio a los sentidos… Es el intelecto el que debe guiarlos y dar razón de las cosas que están alejadas en el tiempo y en el espacio…”

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Cruzando el «límite» de la bóveda celeste

Contra todas las creencias -religiosas, filosóficas y científicas- de la época, Bruno afirmó que el universo es espacialmente infinito y que los astros, poblando todo el espacio, son innumerables. Con convicción, sostuvo que las estrellas de la noche son soles como el nuestro y que existen infinitos soles, cada uno con sus planetas girando alrededor.

“Hay un infinito, es decir, una región etérea inmensa, en la cual existen innumerables e infinitos cuerpos, como la tierra, la luna y el sol, que nosotros llamamos mundos…”

Este filósofo fue el primer defensor realista de las tesis copernicanas: proclamó los movimientos terrestres y la centralidad del sol. Sin embargo, Bruno fue mucho más allá que Copérnico, pues el polaco aún con su visión cosmológica revolucionaria, mantuvo la concepción de un límite universal.

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Copérnico y su modelo cosmológico

No obstante, Bruno rompe con la idea del límite y sostiene que considerar a nuestro sol el centro del cosmos es prácticamente un sinsentido: en la infinitud espacial todos los soles son centros relativos.

“Podemos afirmar con certidumbre que el universo es todo él centro o que el centro del universo está en todas partes y que la circunferencia no existe…”

Bruno expuso su visión del cosmos en varias de sus obras, principalmente, en tres diálogos italianos: La cena de las cenizas; De la causa, principio y uno; Sobre el infinito universo y los mundos.

Si quieres conocer más sobre las fascinantes tesis cosmológicas de Giordano Bruno, te animamos a leer su diálogos. ¡Te llevarás una grata sorpresa!