Tras muchos días de espera y preparativos, por fin llegó el día «T»! ¡El día del tránsito de Mercurio!
En la Agrupación Navarra de Astronomía teníamos todo preparado: los telescopios, los filtros, el material de divulgación… y, por supuesto, el entusiasmo y las ganas de ver al pequeño Mercurio pasando por delante del Sol.
Pero es que, además, no nos conformábamos con observar el fenómeno desde un lugar de Pamplona a una hora concreta «y ya está», sino que quisimos cubrir el tránsito de principio a fin ininterrumpidamente, de modo que, durante las siete horas y media de duración del fenómeno, hubiera siempre algún telescopio de la Agrupación en algún lugar de la comarca de Pamplona apuntando hacia el mismo, y que todas las personas que quisieran pudieran observarlo.
Estaba todo listo, sí, pero… la incertidumbre venía por otro lado: ¿Qué pasaría con el tiempo atmosférico? ¿Las nubes nos dejarían ver el evento?
Ya desde días antes nos temíamos lo peor, pues las previsiones para este día eran malas. Incluso anunciaban lluvia. Nuestras consultas al «Meteoblue» eran constantes.
Bueno, pues, como decíamos, el día llegó, y… efectivamente, esa mañana el cielo apareció lleno de nubes.
No obstante, no era un cielo «cubierto total», sino que había algunos claros que nos permitían confiar en que el tránsito se podría ver, aunque sea en momentos puntuales.
Es decir, a pesar de las nubes, todos nuestros planes, y la ilusión de observar Mercurio, seguían en pie!
Y… ¿Qué pasó? ¿Pudimos ver Mercurio?
La respuesta es, a pesar de las nubes, «¡Sí!«.
…Aunque la cosa fue «por barrios» (y «por horas»), como vamos a ver:
El equipo situado en la Universidad Pública de Navarra, que estuvo allí desde el comienzo del tránsito, consiguió en algunos momentos «esquivar» las nubes. En esos momentos varias personas pudieron ver el evento a través del telescopio.
También desde el comienzo del tránsito, teníamos otro equipo en la plaza del Castillo. Hubo bastante expectación en el público, y ganas de ver el tránsito, pero por culpa de las nubes, no llegaron a verlo, aunque sí llegaron a ver el Sol (con nubes) a través del telescopio.
La Agrupación también tuvo, un poco más tarde, un grupo de observación en la Zona Hospitalaria, junto al Cento de consultas «Príncipe de Viana». Este grupo pudo disfrutar de algunos claros en los que el Sol se hizo visible. «Momentos de gloria» en los que el público asistente pudo contemplar con el telescopio a Mercurio en el disco solar.
También en Mendillorri teníamos otro equipo. Éste tuvo bastante suerte con las nubes, pues, durante casi 50 minutos, el Sol se dejó ver de manera bastante continuada. Allí la mayoría de las personas que contemplaron el tránsito fueron niños de un colegio cercano. Una clase entera salió para ver el evento y disfrutó de él a través del telescopio. Y más tarde, más niños (que salían del colegio) también pudieron contemplarlo. «¡Qué pequeño se ve Mercurio!«, comentaban algunos.
Muy exitosa, y también con muchos niños por la cercanía de varios colegios, fue la observación en Zizur Mayor.
Allí, al igual que en los otros sitios, las nubes fueron una molestia continua, y hubo que aprovechar los breves momentos en que el Sol se hacía visible para lograr ver Mercurio. Muchos niños lo contemplaron, aunque otros no.
De todas formas, el auténtico «show» de esa observación, y lo que a los niños les hizo más ilusión, fue el «Coche Galáctico», perteneciente a uno de los miembros de la Agrupación allí presente. Un fabuloso automóvil, que contiene una maqueta del sistema solar así como otras curiosidades astronómicas.
Os lo mostramos esta fotografía:
En definitiva, la sesión de Zizur fue muy divertida y didáctica, y los niños disfrutaron y aprendieron mucho.
También en la Rochapea teníamos otro equipo para observar el tránsito, pero a esa hora (a partir de las 17:30) las condiciones meteorológicas habían empeorado mucho, hasta el punto de aparecer la lluvia. A partir de esa hora, la lluvia fue intensa y generalizada en Pamplona, y ya nadie pudo aspirar a ver el tránsito.
No obstante, el «equipo rochapeano» se lo tomó con humor, pues, aunque llovía, pudimos estar debajo de un porche, donde mucha gente nos preguntó cosas sobre el tránsito, y algunos niños se acercaron movidos por la curiosidad.
Después, a causa de la lluvia, hubo otros dos equipos que no pudieron salir: el de Iturrama y el de San Juan.
Pero, a pesar de ello, si tenemos que hacer un balance de la jornada, podemos decir que es POSITIVO.
Es cierto que las nubes han molestado mucho para ver el tránsito (e incluso lo han impedido), pero muchas personas sí lo han visto, y para ellas ha sido muy emocionante.
Para mí -que he tenido la suerte de verlo- ha sido una experiencia increíble ver ese punto tan negro sobre el disco del Sol. Y sobre todo me ha sorprendido lo bien que se veía: increiblemente oscuro y definido.
Por cierto, en el breve instante que pude verlo, le hice esta fotografía. No es buena, ni mucho menos, ni refleja la definición con que se veía Mercurio, pero de todas formas os la enseño. La hice a las 13:38, es decir, 26 minutos después del comienzo del tránsito, con Mercurio todavía bastante cerca del borde:
En definitiva, para los miembros de la Agrupación Navarra de Astronomía, y para las muchas personas que se han acercado a nosotros para ver el tránsito en las distintas ubicaciones, ésta ha sido una jornada muy emocionante. Nos ha encantado contemplar el fenómeno, pero sobre todo compartirlo con tantas personas interesadas en el mismo. Ha sido un placer.
Y, por cierto, ha sido un acierto hacer el seguimiento completo del tránsito desde distintas ubicaciones y durante las siete horas y media de duración, porque así hemos podido verlo en aquellos momentos en que las nubes nos lo han permitido. De otra manera, quizás nos lo hubiéramos perdido.
Bueno, espero que esta crónica del día «T» haya sido de vuestro interés.
Os envío un cordial saludo!
🙂